martes, 11 de junio de 2013

LOS NIVELES DE REIKI

Desde el nacimiento, debido a factores como el ambiente, la educación y la relación con los demás, el Ser bloquea paulatinamente sus canales y los chakras. La energía se estanca en unos puntos, se escapa en otros, los chakras se cierran, giran más despacio o giran con desarmonía. Con el paso de los años una persona deja de estar capacitada para transmitir Reiki porque sus canales y chakras no pueden recibirlo y exteriorizarlo de la manera adecuada. Con los chakras algo abiertos y limpios y los canales medianamente desbloqueados y limpios, el Ser adopta la capacidad de transmitir su Energía Vital. Esta energía puede sanar igual que lo hace Reiki pero nunca llegará totalmente limpia y neutra al receptor.


Por ello en Reiki existe la Iniciación como una práctica que realiza el maestro para desbloquear, limpiar, purificar y armonizar todos los canales y los chakras, con el fin de canalizar la energía universal sin usar nuestra propia energía vital. Su nombre en japonés es Reiju, que significa "método de poder". También se le conoce como sintonización, porque pone en sintonía al Ser con los planos más elevados. Del mismo modo recibe el nombre de alineamiento, porque alinea el canal principal del Ser con la fuente divina de energía e información. Cada vez que recibimos un alineamiento nuestro canal se refuerza y nuestra capacidad para transmitir energía se potencia.

Originalmente Usui sólo practicaba una iniciación, sus alumnos iban aprendiendo de él mediante el tiempo. Posteriormente se fueron incluyendo los grados o niveles para que el alumno evolucionara de forma escalonada y gradual, que con el tiempo y la experiencia se formara una unidad vivencial que le permitiera enfrentarse a algo cada vez mayor, aumentando también su responsabilidad con lo espiritual.

Se divide en tres niveles

Nivel I ó físico (Shoden)

Produce un despertar. A menudo llega gente escéptica o curiosa al primer nivel, y después de éste descubren que han tomado conciencia de si mismos y eso les cambia la vida. Genera un proceso de autodescubrimiento y el que recibe el alineamiento empieza a tomar consciencia de su realidad espiritual. En este nivel se aprecia el regalo que es tener nuestro cuerpo físico para realizar la tarea de nuestra Alma.
Se aprende la transmisión de energía por contacto entre terapeuta y paciente dejando que fluya por sí sola. A este nivel se le suele llamar El Servidor de la Luz porque uno descubre el bello sentimiento de entrega y servidumbre. La "borrachera Reiki" que se produce hace que sintamos Amor y Compasión a todo momento. 
La formación básica que se produce en este nivel es el entendimiento de la energía, el modo de conectarnos con la Fuente para canalizar esa energía y su manejo terapéutico.
En este nivel se aprende un símbolo: Cho-Ku-Rei


Nivel II ó mental (Okuden)

Produce una transformación. El terapeuta toma conciencia de la seriedad de su práctica, y por ello pide más herramientas. Además siente en lo profundo que debe pasar por un cambio importante que le llevará a ser alguien distinto, más cercano a su esencia personal y más alejado de sus miedos, traumas y oscuridades.
Este nivel capacita para dirigir la energía más conscientemente, a plena intención, con más potencia, y le permite tratar tanto lo físico como los problemas emocionales y mentales del paciente, así como su karma. Se le llama Portador de la Luz porque, debido a que uno aprende a dirigir la energía en la distancia, tanto física como temporal, el terapeuta lleva luz allá donde quiere y se le permite.
En este nivel se aprenden dos nuevos símbolos: Sei-He-Ki y Hon-Sha-Ze-Sho-Nen 



Nivel III/Maestría ó conciencia (Shinpiden)

Desencadena la realización. El terapeuta ya toma conciencia de su sendero en la vida y de su relación intima con la divinidad, y empieza a andar en niveles muy cercanos a nuestros guías. Se es capaz de tratar directamente el origen del problema en el Alma del paciente, y de comprender los entresijos de nuestra propia Alma. Se le llama Maestro de la Luz, porque es muy habitual que en este punto el terapeuta decida tomar la responsabilidad de comprometerse con lo divino y de transmitir lo que sabe a otras personas, conectándolas con Reiki.
En este nivel se aprende el pase de alineamientos para iniciar a más gente y se adquiere una gran responsabilidad, pues llegar a este punto significa que quieres vivir y practicar el Reiki de una manera más amplia.

En este nivel se aprende el símbolo maestro y el que se utilizará para el pase de alineamientos: Raku y Dai-Ko-Myo.



Por mi experiencia personal con el Reiki, puedo decir que es un camino bonito, a veces difícil por las situaciones que se te presentan para tu evolución, pero ahí está lo más interesante, que gracias a esas experiencias voy evolucionando cada día más, que a raíz del Reiki me siento mejor interiormente, y eso, se nota en el exterior, me veo con más capacidad de entendimiento en algunas situaciones y claridad para afrontarlas, y veo, que cada vez son más las personas que vienen a mi para que les proporcione orientación o ayuda a través del Reiki.

Para mi es muy gratificante ver, tanto en mi como en las personas que trato, cómo van mejorando y equilibrando sus vidas, alcanzando la felicidad y paz interior que tanto anhelaban.

Y por ello recomiendo el Reiki a todo el mundo, es una herramienta especial y sobre todo natural, que devuelve a su origen a la persona, la equilibra y desbloquea en todos los sentidos, aportando claridad y paz a sus vidas.

Vane

Información sacada y adaptada del Manual Nivel I de CES.