lunes, 21 de octubre de 2013

DIAGNÓSTICO EMOCIONAL

Te propongo un ejercicio para el que vas a necesitar unos minutos, pero te aseguro, que, como siempre, valdrá la pena, y será un tiempo bien aprovechado.
Es conveniente que cuentes con lápiz y papel, mejor que ordenador, ya que hay algo especialmente primario en el papel físico, que nos hace conectarnos más a nuestros sentimientos.
Tómate unos minutos para hacer un pequeño recuento de lo que ha sido el día de hoy, da igual que sea por la mañana, puedes, si es temprano, fijarte en el día de ayer.
Lo único que tienes que hacer es escribir (no, no vale hacerlo de memoria, el ejercicio entonces no funciona) una lista de las cosas que has hecho durante el día de hoy, una cosa por línea: me levanté de la cama, me di una ducha, desayuné,… hasta ahora. No importa si se te olvida algo, lo importante es que escribas todo lo que te acuerdes.
A continuación coge la lista, y uno por uno, párate en cada uno de los puntos de la lista y recuerda el momento en que lo hiciste: te levantaste por la mañana, por ejemplo, y ahora recuerda qué emoción sentiste al hacerlo: alegría, tensión, relajación (sólo las emociones). Y escribe la emoción al lado de la tarea correspondiente.
Sigue así con cada punto de la lista, hasta que hayas terminado con todos y cada uno de los puntos.
Sí, la finalidad de este ejercicio es permitirte hacerte una idea de tu estado anímico durante el día. Solemos ir tan rápido con nuestro día a día, que no tenemos tiempo ni de sentir lo que sentimos, y por eso ni lo sabemos, aunque a veces nos demos cuenta de que algo no va tan bien como nos gustaría.
Ahora fíjate en la lista de emociones, y fíjate en cuáles se repiten más. Este ejercicio suele producir bastante estupor en quienes lo hacen, y sobre todo respuestas del tipo: “pero yo no me siento así todo el día”, “¿quieres decir que el problema es cómo me siento?”, ¿Pero cómo es posible que no me haya dado cuenta antes?

Sean cuales sean las emociones que aparecen en tu lista no pasa nada. Sólo estás siendo consciente de una situación, que posiblemente se repite día a día. Ser consciente de una situación es lo que te permite introducir cambios. Por ejemplo, cuenta cuántas veces la emoción es alegría o amor. Si son muchas enhorabuena. No quiero decir tampoco que no debas sentir emociones no muy positivas durante el día, es incluso hasta saludable que las sientas, si no serías una planta, pero es el balance lo que importa.
Sólo es una muestra, que muchas personas no se atreven a realizar, hasta que llega el momento en que sienten que son como una olla a presión a punto de estallar, y siguen sin entender por qué, o lo hacen pero no saben por qué se sienten así.
Si actúas o piensas como consecuencia de sentir miedo, preocupación o sensación de escasez, lo que te recomiendo es que te detengas un momento y sientas la emoción que sientes en ese momento, porque es el momento para soltarla, para dejarla ir. Es este proceso, el de soltar o descargar la emoción el que te va a permitir disponer de todo el bienestar, y la abundancia que te mereces.


Y una vez hayas descargado o soltado la emoción prueba a hacer lo que tengas que hacer desde el amor, a ti mismo o cualquier otra persona o cosa, pero céntrate en sentir amor antes de empezar la tarea, y sólo observa los resultados, comprueba cómo te sientes después de completarla y también cuánto tiempo has tardado en hacerla y si el resultado ha sido mejor o peor que cuando la hacías con la emoción anterior. 

Espero que os sirva
Vane